Ser mamá de un hijo con un diagnóstico diferente conlleva ciertos retos que trascienden las expectativas convencionales de la crianza.
Hoy me acompañan dos mujeres excepcionales, a quienes ya conociste en la primera y segunda temporada, pero en esta ocasión uno de los desafíos más significativos y a menudo relegados a las sombras: la crianza del hermano neurotípico.