Una buena obra no puede ser contada como tal si no se hace acorde a lo que Dios exige, y tampoco será contada como "buena" si Dios así no la considera. A esto llamamos los mandamientos o ley moral de Dios: aquella exigencia que el hombre debe cumplir para con Dios. No es nuestra aparente buena intención, ni nuestras capacidades, ni nuestro -limitado- conocimiento lo que nos lleva a agradar a Dios, pues las escrituras nos enseñan que hacer justicia y obedecerle es lo que el requiere. Sin embargo, por nuestra naturaleza pecaminosa es imposible que obedezcamos perfectamente la ley de Dios; por cuanto ahora necesitamos fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios. ¿Por qué se nos requieren buenas obras entonces? acompañanos a ver qué dicen las escrituras!