Parece soberbio el título pero esta es la misión que Dios le puso a este pobre pecador, a esta bolsa de basura. Escucho la Voz de Dios y puedo enseñarte a ti a escucharla. Ya te contaré casos concretos donde todo lo que Dios me ha dicho se ha cumplido, lo cual es prueba evidente de que no es invento mío, sino una realidad: Dios que está al lado tuyo está vivo y los seres vivos hablan y se comunican con los hombres.

Dios no es Dios de muertos sino de vivos. El Dios que hablaba con Abraham, Isaac, Jacob, con Moisés y los profetas está está vivo y mora dentro de ti y quiere hablarte y dirigir tu vida para que seas feliz aquí y eternamente Allá.

No se trata de donde tú eres el que habla y Dios escucha; se trata de dejar hablar a Dios y tú Escuchar la Voz de Dios, escribir lo que te dice y hacerlo de inmediato. Dios no habla para decir cosas bonita, ni tampoco catastróficas. Dios habla para decir cosas concretas y espera que las hagas para Él seguir hablando.

Dios no les habla solamente a los santos, sino en especial a los hombres pecadores, como tú y como yo, para tratar de alejarlos del pecado y traten, en medio de sus debilidades y miserias, de llevar una vida santa, para hacer la santa Voluntad de Dios a cada instante.

León Martinez
Civitas Orationis
[email protected]
www.civitas-orationis.com