Las terapias convencionales se centran principalmente en el alivio del dolor y la inflamación. Los tratamientos médicos habituales incluyen:
- Medicación: Analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), y en algunos casos, relajantes musculares.
- Fisioterapia: Ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y aumentar la flexibilidad.
- Cirugía: En casos donde el dolor es severo y no mejora con otros tratamientos, se puede considerar la intervención quirúrgica para aliviar la presión sobre el nervio ciático.