Una
afección en la garganta que parecía tener cura fácil fue a más y acabó
convertida en un cáncer que afectó su carrera y estado de ánimo. Comenzaban los
años 80 y "El Sonero Mayor", Ismael Rivera, pudo haber continuado por la senda
del éxito. Pero el mal ya estaba allí y tras la grabación de un disco homónimo
en 1980, quiso hacer otro en 1981, pero no lo pudo terminar. Habría sido la
celebración perfecta de sus 30 años de vida musical. Seleccionó las canciones,
cambió el formato orquestal y revisó los arreglos, pero no lo cantó. Ismael
Rivera murió en 1987, y en 1991 su hijo Ismael Rivera Junior terminó aquel otro
proyecto. Esta es su historia en La Hora Faniática.