Como Santiago era maduro en la fe, como gran líder de las Iglesia en Jerusalén, no quería terminar con sus oyentes aun en la debilidad, sino era du deseo firme, dejar los en poder.
Como Santiago era maduro en la fe, como gran líder de las Iglesia en Jerusalén, no quería terminar con sus oyentes aun en la debilidad, sino era du deseo firme, dejar los en poder.