“Antes de subir a su avión privado, Sinatra me dijo: “Sé todo lo que te pasó. Lo único que quiero es que no te olvides que el día que necesites una garantía en los Estados Unidos, no dejes de llamarme”. Nos dimos un abrazo y adiós, adiós. Yo pensé: “Este hombre, ¿se acordará de lo que me dijo?... Y cuando viajé a Estados Unidos, gracias a él, se me abrieron todas las puertas”.

“Yo salí de mi pueblito perdido, con una valijita de cartón, lleno de sueños… volví y fui el gobernador de mi provincia….esas son cosas que suelen pasar en una película con una gran fantasía”.

“Querían reformar la Constitución para que yo siga siendo gobernador y me negué. No se puede reformar la Constitución sólo para que alguien sea reelegido….Entregué mi gobernación como correspondía. Ese fue mi paso más importante por la vida política argentina”.

“Para ser amigo de alguien uno debe aceptar su forma de ser, su pensamiento y su actitud ante la vida. Charly García es un ser que no todos conocen en la real dimensión de su capacidad musical. A los 12 años lo quería llevar a Europa para que diera conciertos. Cuando él tuvo su problema de salud me acerqué al sanatorio y le dije: “Mirá Charly, yo tengo una casa que tiene un gran espacio. Ahí podés estar tranquilo y venir con la gente que quieras”. Él aceptó. Ahí se fortaleció nuestra amistad que hoy es una hermandad. Charly sabe que si él está en el último rincón del mundo voy a ir a buscarlo y yo sé que si necesito algo, él va a estar”.

“En definitiva, todo el mundo trabaja para encontrar un espacio de felicidad, un espacio de alegría y tenerlo todos los días. Tal vez, sea el logro más importante de tu vida”.

“Yo siento que empiezo a decir adiós desde mis canciones y desde el escenario. Es un adiós cargado de agradecimiento y gratitud a la gente que me dio tanto, tanto, tanto y que es mucho más de lo que yo llegué a soñar alguna vez”.