Pero los cuatro jefes principales decidieron que cada pueblo debería buscar su destino. Que en algún momento se volverían a unir, pero era el momento de separarse. “Dicho y al instante la parcialidad de Tamub se marchó al cerro de Amag-tán. La de Ilocab se pasó al cerro de Ugin y con ellos los pueblos de Vuka-mag, quedando la parcialidad que acaudillaban Balam-Qitzé, Balam-Agab, Mahucutah e Iqi-Balam allí en el cerro de Haca-vitz-Chipal”.