Habiendo vencido a los enemigos y ganado la paz, dijo Balam-Qitzé: “Ya es tiempo de enviar embajadores a nuestro padre y señor Nacxit: que sepa el estado de nuestros negocios, que nos proporcione medios para que en lo sucesivo jamás nos venzan nuestros enemigos, para que nunca depriman la nobleza de nuestro nacimiento, que designe honores para nosotros y para todos nuestros descendientes y que, en fin, mande empleos para los que lo merezcan.”
De la voz de Ángel Elías.