Al presentarse un momento en nuestra vida en el cual debemos de tomar una decisión, por algún motivo llegamos a sentir miedo, miedo a afrontar retos, miedo a superar los obstáculos y esto nos impide ver todas las opciones posibles y cuál de todas es la mejor decisión para nosotros. Debemos de buscar ejercer nuestra autonomía y construir nuestra independencia a partir de un proceso de reconocimiento, análisis y reflexión de nosotros mismos. Ser libres para tomar las mejores decisiones implica respeto y responsabilidad con uno mismo y con nuestro al rededor. Debemos de tener en cuenta que una decisión no siempre afecta solo a la persona que está decidiendo, sino que en muchas ocasiones afecta a otros personas. Es importante hacernos responsables de nuestras decisiones y las consecuencias que éstas nos han de traer, ya sea a corto, mediano o largo plazo. Debemos de perder el miedo a equivocarnos y ser las personas más valientes del mundo para afrontar las consecuencias de nuestras decisiones.