Llevamos la juerga en la sangre. La música impulsa nuestros movimientos. Nos gusta salir a la pista. Hablar, beber, reir, bailar, ligar... miradas encontradas que llevan a conocer a desconocidos. Desde el momento en el que empezamos a arreglarnos a recordar las anécdotas de la noche, disfrutamos de cada momento. La fiesta va asociada al desenfreno, beber mucho alcohol, emborracharnos... pero no todos necesitamos el alcohol para pasarlo bien. ¿Cómo defines tú una noche de fiesta?
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