En algún momento del siglo I de nuestra era, en una región polvorienta del imperio romano, una figura singular comenzó a hacerse notar entre los campesinos, pescadores y peregrinos de Judea y Galilea. Su nombre era Jesús de Nazaret conocido también como Yeshúa ben Yosef. un hombre de carne y hueso, que se destacó por su profundo conocimiento de las Escrituras judías y su habilidad como orador.