Existen dos cosas que nos conducen al fracaso: Ignorar el plan de Dios para nuestras vidas y el pecado sin el temor a las consecuencias. Esto provocara que la misericordia de Dios se aparte de nosotros. La infidelidad de Sansón lo llevó a la humillación y al escarnio por parte de sus enemigos, no sin ver al final de su vida la misericordia de Dios actuando a su favor.