Nuestro Señor regresa a su declaración del completo acuerdo entre el Padre y el Hijo, y se declara Hijo de Dios. Tenía un testimonio superior al de Juan; sus obras daban testimonio de todo lo que decía. Pero la palabra divina no tenía lugar permanente en sus corazones, porque ellos se negaban a creer en Él, a quien el Padre había enviado, según sus antiguas promesas. | Pr. Antonio Urrutia V.