Giancarlo Calivá y Keylin Morales presentan el caso ocurrido el 15 de noviembre de 1998, autoridades hallan cerca del río Virilla, un vehículo volcado con tres personas en él. Era un niño de 9 años y sus padres, lo que parecía ser un ajuste de cuentas, la investigación tomó un rumbo inesperado y se encontró culpable a una de sus hijas, Carolina de los Ángeles Montero Méndez de 15 años, quien disparó a sus padres y hermano, para después hacer que pareciese un accidente.