En una historia de redención, coraje y fútbol obrero, desde las fábricas de Birmingham hasta el rugido de Vicarage Road, Troy Deeney vivió una historia marcada por la caída y la te redención. Conoció la cárcel, el juicio y el perdón. No fue una estrella, fue un capitán del pueblo: un obrero del alma que jugó con rabia y habló con verdad. No levantó trofeos, pero sí se ganó el respeto de quienes vieron en él su propio reflejo. ¿Hasta dónde puede llegar quien se niega a caer por última vez?