Cuando permites que Dios cambie tus planes, aceptes su invitación a una aventura y aprendas a reconocer otras coronas, estarás listo para ver el nacimiento de tus promesas.
Cuando permites que Dios cambie tus planes, aceptes su invitación a una aventura y aprendas a reconocer otras coronas, estarás listo para ver el nacimiento de tus promesas.