Al capitalismo como a la religión cada vez más se le está viendo el plumero, y el que no quiera verlo es tan responsable como el que crea en su implantación.

“Líderes” mundiales disfrazados de la más alta moralidad y en nombre de la paz vuelven a enfrentarse en la guerra de la democratización, Aquí hay que matizar: En occidente.

Los ciudadanos y ciudadanas de estos mismos países, a los que no les gusta identificarse con la clase trabajadora, los alienan como a los burros con las zanahorias y son capaces de empatizar con aquellos y aquellas que sufren el terror de la guerra y el exilio. Matizo de nuevo: en occidente.

Panda de hipócritas y vasallos del capital. No os culpo, siempre es más fácil asumir las tragedias del vecino de al lado que el del bloque de en frente. Sobre todo cuando te hacen creer y te lo crees que el de en frente no importa tanto.

Es la miseria del discurso del arriba que asume el de abajo pensando que algún día llegará más arriba. Maldita ansia del trabajador de querer por ser burgués y esperar migajas.

Todas esas personas tan solidarias ahora con Ucrania, que no han hecho por preocuparse ni un mísero ápice de la misma, en los últimos 8 años de conflicto deberían de cuastinarse el ¿por qué?

Todas esas personas que les han traído sin cuidado los golpes de estado en américa latina, DDHH asesinados/as cada día por ese mismo poder que impulsa que te atribuyas esa solidaridad artificial a ucrania y, que además ha hace que reuyas de solidarizarte con lo promulgan la paz de los pueblos e intentan construir un mundo donde respete la dignidad humana.

Esas personas que no se inmutan al escuchar que cientos, milies de periodistas son asesinados/as al año por informar, pero si se creen las fake news que son financiadas por esos mismos intereses capitales. Que se vueleven para otro lado cuando Julian Assagne entrega la mayor red de información de violaciones de DDHH y fraudes económicos.

Industrias farmaceúticas, aeronaúticas, textiles, agroalimentarias financiadas con dinero público que revierten en ganacias privadas, levantadas con el sudor y el esfuerzo de los trabajadores y trabajadoras.

Miles de millones puestos al servicio de la industria militar que no hace otra cosa que destruir la tierra, contaminar el aire, el agua y llevarse por delante miles, millones de vidas inocentes.

Sin embargo pronto salen los patrioteros de salón a enarbolar su bandera nacional, eso sí, que a la guerra vayan otros. Actualmente, se están librando 65 guerras en el mundo en las que a la mayoría de la población le traen sin cuidado Panda de hipócritas. Exilios intermniables de personas que perecen en el mar, el desierto o en los campos de concentración repartidos por el mundo. Sin embargo, como europa es muy moderna vamos a enviar armas a los neonazais del batallón AZÓv. Vamos a creernos que ucrania es un país en el que se respetan los DDHH, no lo es España, y por eso el pueblo merece defenderse, sin más valentía que exponer su vida por una patria que no les interesa y que generará una deuda enorme con los que sobrvivan y con sus familias mientras los oligarcas de este y oeste se frotaran las manos y se sacudirán los bolsillos. Al final, a perder el pueblo como siempre.

Esas personas que aprobarán las sanciones económicas al pueblo pero no a los oligarcas, monarcas y burgueses que se aprovecharan de ellos y sacarán rédito en esta guerra. Las mismas que miran para otro lado cuando el estado sionista de Israel ha vuelto a matar y torturar varios niños y niñas esta noche y también lo hará mañana y pasado y al otro si no abrimos los ojos. Recordemos a Martin Niemöller “primero vinieron…” Miran para otro lado cuando las competiciones deportivas, construcciones ferroviarias o marítimas se realizan con países que también, como rusia y ucrania violan los DDHH. Cuando se apoyan guerras en nombre de la democracia que acaban peor para el pueblo que como estaban antes, sin embargo los ricos y capitalistas, los que van de patriotas y te hacen creer que eres como ellos, terminan con los bolsillos llenos y endeudando al país al que han robado y en el va en nombre progreso (Siria, Libia, Irak, Afganistan…) países con los que no temen aliarse (Arabia Saudí, Qatar, EAU…) y una alianza, la OTAN, que no dudará en asumir a los dictadores de el país que así considere como aliado. La ONU que reconoció la entrada de españa en la misma en los años 50, en la que incluía eeuu 4 bases miliares(zgz, torrejón, morón y rota) y así expandir sus ansias de imperialismo y genocidio. Con traiciones como en 1982 de Felipe gonzález con la entrada en el OTAN. Así que no queremos guerras ni imperios vengan de donde vengan. Ni PUTIN, NI BIDEN, NI LOS REYES NI LAS REINAS, NI OLIGARCAS , NI BURGUESES . Cuando desparezcan los nacionalismos y sus fronteras, a los ricos no les quedará otra que ponerse a trabajar. Por eso llevamos un mundo nuevo en corazón. Sólo el pueblo salva al pueblo.

Cito a bakunin

"La educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías, les convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. Incluso su uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen los regimientos y los grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena parte de su existencia les haría parecer payasos si no estuvieran siempre amenazantes. Todo ello les separa de la sociedad. Ese atavio y sus mil ceremonias pueriles, entre las que pasan la vida sin más objetivo que entrenarse para la matanza y la destrucción, serían humillantes para hombres que no hubieran perdido el sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si no hubieran llegado, mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo fuente de vanidad. La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban siendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas. No se puede amar el servicio militar sin detestar al pueblo".

Intro:

Hasel Paris A.M.

Música:

LA MAKHNOVSTCHINA (Etienne RODA-GIL - Trad. russe) par Fanchon DAEMERS

Película:

Novecento (Bertolucci, 1976)