En su primera carta Pedro les habla a creyentes y les explica que Dios los hizo renacer de nuevo para una esperanza: una esperanza viva, eterna, no como las cosas en las que ponemos nuestra esperanza en esta vida, que suelen pasajeras, efímeras. La esperanza viva que menciona Pedro, la que ofrece el Señor, está garantizada por Él mismo porque Él resucitó de entre los muertos. Él es nuestra esperanza viva. Escucha aquí