Para crecer, y dejar que El Señor, nos guíe, debemos obedecer, y el obedecer en ovaciones nos causa dolor, y cambios que quizás en su momento no ves bien, pero debemos actuar con una Fe que transcienda mucho más allá de lo visible.
Para crecer, y dejar que El Señor, nos guíe, debemos obedecer, y el obedecer en ovaciones nos causa dolor, y cambios que quizás en su momento no ves bien, pero debemos actuar con una Fe que transcienda mucho más allá de lo visible.