A Dios no le interesa de dónde venimos, cuánto dinero tenemos o si nuestra vida es perfecta a los ojos del mundo. Dios se preocupa y tiene un lugar para cada uno de nosotros
A Dios no le interesa de dónde venimos, cuánto dinero tenemos o si nuestra vida es perfecta a los ojos del mundo. Dios se preocupa y tiene un lugar para cada uno de nosotros