El apóstol Pablo instó a sus amigos a llevar cautivos sus pensamientos y hacerlos obedientes a Cristo. Con esa misma práctica, puedes calmar tu mente frenética y fijar tus pensamientos en Jesús.
El apóstol Pablo instó a sus amigos a llevar cautivos sus pensamientos y hacerlos obedientes a Cristo. Con esa misma práctica, puedes calmar tu mente frenética y fijar tus pensamientos en Jesús.