
Sign up to save your podcasts
Or
"Dame un nuevo corazón, Señor", ese puede ser un clamor perfecto para aquel que se atreve a amar como Jesús lo hizo. El profeta en Ezequiel 36, 26 nos anima a creer que Dios puede transformar nuestro corazón, dejando atrás aquello que lo endurece y abriéndonos a la posibilidad de sentir, de conmover, de amar.
"Dame un nuevo corazón, Señor", ese puede ser un clamor perfecto para aquel que se atreve a amar como Jesús lo hizo. El profeta en Ezequiel 36, 26 nos anima a creer que Dios puede transformar nuestro corazón, dejando atrás aquello que lo endurece y abriéndonos a la posibilidad de sentir, de conmover, de amar.