Ocho minutos y 23 segundos. Esos eran los «descansos» que se tomaba el escritor que nos ocupa hoy mientras escribía una de sus novelas. ¿En que crees que los empleaba? ¿En dormir?
Si te has fijado en las comillas en «descansos», sabrás que no es así.
No dormía. Ponía un CD, se montaba en su bici estática y pedaleaba mientras sonaba un movimiento de un concierto de Mozart.
No es lo más saludable, pero es que este escritor tenía un serio problema con los plazos de entrega.
✨Hoy te hablo de Douglas Adams.✨