Disfrutar nuestro rostro es nuevo cuando entendemos que también podemos perderlo. Esta historia refleja el sufrimiento, el alcance y efecto negativo que pueden tener nuestras emociones si no son controladas adecuadamente y entender el privilegio de disfrutar lo más mínimo entendiendo que hasta lo más mínimo y seguro que pensamos tener aveces puede no llegar a funcionar. Te invito a que esta historia la hagas valer haciendo recordarte a ti mismo el valor que tiene tus emociones en casa gesto y sensación que tengamos.