¿Puede una plegaria religiosa estadounidense convertirse en un himno internacional de los derechos humanos, y de ahí saltar de época, idioma y país hasta convertirse en una parte de la banda de sonido del retorno de la democracia argentina? La respuesta de cajón es que eso es imposible, pero ocurrió ante las narices de esta sociedad, que metabolizó la letra de “Venceremos” sin que en general se sepa nada de su origen y su largo recorrido por el mundo.Idea y conducción: Carlos Polimeni – Producción: Fabiana García – Edición: Gonzalo Maria – Diseño de portada: Jazmín Guzmán