Las "vacaciones fiscales", conocidas oficialmente como "días de cortesía", son un mecanismo que permite a los trabajadores autónomos solicitar un período de hasta 30 días naturales al año durante el cual la Agencia Tributaria no les enviará notificaciones electrónicas. Este período está diseñado para que los autónomos puedan desconectar y disfrutar de su tiempo libre sin la preocupación de recibir y tener que responder a requerimientos de Hacienda.