Nuestro enemigo no quiere que permanezcamos en la fe, por lo que va a buscar que nos alejemos y seamos lastimados para prevenirnos que regresemos a buscar a Dios.
Nuestro enemigo no quiere que permanezcamos en la fe, por lo que va a buscar que nos alejemos y seamos lastimados para prevenirnos que regresemos a buscar a Dios.