Los valores están quedando atrás en pos de los derechos y de la libertad que tienen los llamados niños de cristal, cada día los estamos haciendo más frágiles, más sobreprotegidos, por querer evitarles dolor y obstáculos, estamos logrando que no aprenden a sobrellevar el día a día, la vida no es fácil y debemos prepararlos para el día que se viene, donde nadie les podrá la vida fácil y nadie les evitará el dolor.