"Durante mucho tiempo, se pensó que las islas oceánicas, rodeadas por el vasto Atlántico, estaban amortiguadas o protegidas de los grandes cambios climáticos globales. Se las veía como refugios estables. Pero, ¿y si esa visión fuera un mito?
Hoy abrimos una ventana al pasado profundo para reescribir la historia ecológica. Un equipo de investigación internacional, ha recuperado la memoria climática más larga y continua del archipiélago canario, un registro paleoecológico que se remonta a 28.000 años.
Este fascinante estudio se centra en los sedimentos de la Vega de Arucas, en Gran Canaria, y nos revela que los paisajes canarios han pasado por transformaciones masivas, respondiendo de manera directa y altamente sensible a las variaciones climáticas regionales y globales.
Hemos descubierto que Gran Canaria, como otros lugares del mundo, vivió una verdadera "montaña rusa" ecológica a lo largo de los milenios. Con Pilar Martín, del grupo de Ecología y Biogeografía Insular ULL