Humanamente nos dejamos envolver por la tempestad; entramos en pánico, frustración o tristeza, esto ocurre si olvidamos el siguiente principio: ¡Dios está en control y ve más allá!
Humanamente nos dejamos envolver por la tempestad; entramos en pánico, frustración o tristeza, esto ocurre si olvidamos el siguiente principio: ¡Dios está en control y ve más allá!