En el siglo XVII, los villancicos de negro se cantaban en los centros religiosos más importantes de la península Ibérica y las colonias españolas; sin embargo, han recibido poca atención por parte de los críticos modernos.
En el siglo XVII, los villancicos de negro se cantaban en los centros religiosos más importantes de la península Ibérica y las colonias españolas; sin embargo, han recibido poca atención por parte de los críticos modernos.