Muchos creen, que si tuvieron un día malo o están pasando por una situación difícil, no son felices. Pero en realidad, la felicidad puede ser un estado constante si nos lo proponemos.
En vez de enfocarnos en problemas cotidianos, podríamos ver todo desde la vereda de enfrente y sincerarnos con la abundancia que tenemos en nuestras vidas, ocultas a veces hasta en los pequeños detalles.
Dicen que alcanzamos la felicidad cuando nuestro cerebro se ve invadido por cuatro sustancias químicas: serotonina, oxitocina, endorfina y dopamina. Además de resumirte cada una de ellas, y cómo influyen, te cuento cómo podemos activarlas de manera simple y también afectiva para estimular nuestra felicidad día a día.