Dios nos ha dado unas instrucciones muy claras en Su Palabra en cuanto a cómo hemos de vivir para Él. Estos incluyen el mandamiento de amar el uno al otro (Juan 13:34-35), el llamado a seguirlo a costa de negar nuestros propios deseos (Mateo 16:24), la exhortación para cuidar de los pobres y necesitados (Santiago 1:27) y la advertencia para no caer en comportamientos pecaminosos como aquellos que no conocen a Dios (1 Tesalonicenses 5:6-8).