El apóstol Pablo sabía mejor que nadie que la vida en el Espíritu era la meta para su propia vida y así es como vivió, tratando por todos los medios de ser aceptado en su carnalidad
El apóstol Pablo sabía mejor que nadie que la vida en el Espíritu era la meta para su propia vida y así es como vivió, tratando por todos los medios de ser aceptado en su carnalidad