Reflexión sobre el versículo. Recuerda que tienes el poder de mantener tu mente y tu espíritu fuertes, incluso cuando tu cuerpo se sienta frágil. Cultiva la paciencia, la compasión y la autocompasión en tu proceso de sanación. Permítete descansar cuando lo necesites y busca el apoyo de tus seres queridos y profesionales de la salud. A través de la adversidad, puedes descubrir una fortaleza y una resiliencia que nunca antes habías conocido.