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¿SOMOS CONSCIENTES DEL PRECIO Y VALOR DE LOS SERVICIOS?
En mi círculo a este respecto es común hablar sobre aplicaciones y tarifas de datos, algo que me lleva a tener no pocas disusiones por llamarlo de algún modo, aunque afortunadamente no llegan a serlo.
Antes de continuar creo que es obligatorio dejar claros unos cuantos puntos que muchas veces se obvian bien por desconocimiento o de forma deliberada.
En primer lugar hay que tener claro que es algo totalmente nuevo, tanto los smartphones, como las App y por supuesto tener internet en el móvil. Aunque seáis jóvenes estoy seguro que muchos recordaréis que antes, lo caro, era llamar por teléfono y especialmente enviar SMS. Es hoy, cuando todo el mundo incluso los abuelos utilizan WhatsApp cuando las operadoras comienzan a regalar minutos de llamadas y SMS.. justamente cuando ya nadie los quiere ni utiliza.
Por lo tanto es normal que la gente no sea realmente consciente de lo que cuesta algo que es nuevo y que no se sabe valorar. Además debemos retroceder un poco en el tiempo para ver que las aplicaciones de los teléfonos móviles, antes de la irrupción del iPhone de Apple especialmente las de BlackBerry costaban mucho dinero, una aplicación barata costaba 20 euros y, a día de hoy, cuesta encontrar una App de ese precio aunque por supuesto existen.
En el campo de las aplicaciones yo siempre he sido y seguiré siendo un fiel defensor de pagar por las aplicaciones, es más, si alguna App solo está en versión gratuita con publicidad y no hay opción de pago no me la instalo, ese modelo de negocio les vendrá muy bien a las empresas que hacen juegos para extorsionar así a los incautos jugadores, pero no para mí.
Acepto sin embargo que haya varias versiones de una App, una gratuita de prueba y otra de pago con todas las funcionalidad. O sacar una versión básica que sea funcional para saber si te gusta y luego comprar dentro de la propia App las funciones más avanzadas, eso sí es un buen modelo.
Como digo en el título del artículo tenemos dos cosas muy diferentes; el precio y el valor.
En los smartphones esto se ve muy bien por el precio de las App que acabo de comentar. Una App puede ser gratis e incluir publicidad para amortizar la inversión; en ese caso su precio es de cero, pero para mí también su valor es de cero por la molestia de tener que soportar los anuncios y que alguna vez pulse sobre ellos sin querer, el consumo adicional de batería y de mi tarifa de datos que supone el localizarme para mostrarme anuncios adecuados...
Si esa misma App tiene un precio de tres euros ese es su precio, un precio que pagaré una vez y me olvidaré de ella hasta que, si ocurre, salga una versión nueva y tenga que volver a pagarla.
En ese caso tengo que ver cuánto pague por la App y hacerme preguntas ¿he utilizado esa App? ¿La he usado a diario o puntualmente? ¿Me gusta o creo que puedo encontrar otra mejor?
las respuestas que obtenga serán las que determinarán el valorde esa App; si es una App que uso a diario, me gusta su interfaz, no me da problemas y resuelve una necesidad que pocas otras solucionan la respuesta es clara, el valor de esa App es incalculable . Pero debemos reconocer que esto ocurre pocas veces.
Lo normal es que el 90% por no decir más de las App que instalemos tan apenas las utilicemos, seguro que hay mucha gente que no sabe ni las App que tiene instaladas en su teléfono, es más, la mayoría de ellas no habrán sido abiertas más de dos o tres veces por eso entiendo qu…
By Daniel Sanz¿SOMOS CONSCIENTES DEL PRECIO Y VALOR DE LOS SERVICIOS?
En mi círculo a este respecto es común hablar sobre aplicaciones y tarifas de datos, algo que me lleva a tener no pocas disusiones por llamarlo de algún modo, aunque afortunadamente no llegan a serlo.
Antes de continuar creo que es obligatorio dejar claros unos cuantos puntos que muchas veces se obvian bien por desconocimiento o de forma deliberada.
En primer lugar hay que tener claro que es algo totalmente nuevo, tanto los smartphones, como las App y por supuesto tener internet en el móvil. Aunque seáis jóvenes estoy seguro que muchos recordaréis que antes, lo caro, era llamar por teléfono y especialmente enviar SMS. Es hoy, cuando todo el mundo incluso los abuelos utilizan WhatsApp cuando las operadoras comienzan a regalar minutos de llamadas y SMS.. justamente cuando ya nadie los quiere ni utiliza.
Por lo tanto es normal que la gente no sea realmente consciente de lo que cuesta algo que es nuevo y que no se sabe valorar. Además debemos retroceder un poco en el tiempo para ver que las aplicaciones de los teléfonos móviles, antes de la irrupción del iPhone de Apple especialmente las de BlackBerry costaban mucho dinero, una aplicación barata costaba 20 euros y, a día de hoy, cuesta encontrar una App de ese precio aunque por supuesto existen.
En el campo de las aplicaciones yo siempre he sido y seguiré siendo un fiel defensor de pagar por las aplicaciones, es más, si alguna App solo está en versión gratuita con publicidad y no hay opción de pago no me la instalo, ese modelo de negocio les vendrá muy bien a las empresas que hacen juegos para extorsionar así a los incautos jugadores, pero no para mí.
Acepto sin embargo que haya varias versiones de una App, una gratuita de prueba y otra de pago con todas las funcionalidad. O sacar una versión básica que sea funcional para saber si te gusta y luego comprar dentro de la propia App las funciones más avanzadas, eso sí es un buen modelo.
Como digo en el título del artículo tenemos dos cosas muy diferentes; el precio y el valor.
En los smartphones esto se ve muy bien por el precio de las App que acabo de comentar. Una App puede ser gratis e incluir publicidad para amortizar la inversión; en ese caso su precio es de cero, pero para mí también su valor es de cero por la molestia de tener que soportar los anuncios y que alguna vez pulse sobre ellos sin querer, el consumo adicional de batería y de mi tarifa de datos que supone el localizarme para mostrarme anuncios adecuados...
Si esa misma App tiene un precio de tres euros ese es su precio, un precio que pagaré una vez y me olvidaré de ella hasta que, si ocurre, salga una versión nueva y tenga que volver a pagarla.
En ese caso tengo que ver cuánto pague por la App y hacerme preguntas ¿he utilizado esa App? ¿La he usado a diario o puntualmente? ¿Me gusta o creo que puedo encontrar otra mejor?
las respuestas que obtenga serán las que determinarán el valorde esa App; si es una App que uso a diario, me gusta su interfaz, no me da problemas y resuelve una necesidad que pocas otras solucionan la respuesta es clara, el valor de esa App es incalculable . Pero debemos reconocer que esto ocurre pocas veces.
Lo normal es que el 90% por no decir más de las App que instalemos tan apenas las utilicemos, seguro que hay mucha gente que no sabe ni las App que tiene instaladas en su teléfono, es más, la mayoría de ellas no habrán sido abiertas más de dos o tres veces por eso entiendo qu…