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¿Te imaginas que en un momento tan angustioso como no saber si seguir o no con tu pareja puedo ayudarte a que lo veas con más claridad? En este episodio te traigo un tema crudo... pero frecuente y real. Estás de él o ella hasta los mismísimos, pero llevas mucho tiempo, el caso es que ya no sabes si eres tú, si es tu pareja o qué pasa pero te estás apagando, si tú ya lo sabes. Lo único es que, que respire te sienta mal, pero también cómo te trata, qué representas en su vida o sientes que ya estoooo.... como que no es lo que era, que ahora te mantiene ahí lo que has invertido en la relación y la comodidad que te da que tus planes sean previsibles, el dichoso refrán de más vale lo malo conocido... y si es que escucha... contarle el día.
Ahora bien querida, con sólo pensar en el proceso de romper, separarte, que se lleve sus cosas, que te de las tuyas, que a dónde vas o vais a vivir, mudanzas, peleas, reproches y... sobre todo el duelo, (que oye cariñito y aprecio sí que le tienes, por lo menos ya lo conoces), te pone los pelos de punta, te da miedo pensar si estás en lo correcto, si lo que hace que te saca de quicio e incluso te duele (joer que si te duele), lo estás interpretando bien, si es para tanto, o si merece la alegría (que no la pena) quedarte ahí o echarle ovarios y decir hij@ mí@, hasta aquí!!!! Pero claro que fácil decirlo, te aterra qué vas a hacer después o, directamente, estar sola, ¡como si eso fuera un fracaso!, el fracaso es que tengas la ansiedad está por las nubes y te hace verte como... (eso mejor ni lo digo), que no te quieran bien y termines no haciéndolo tu tampoco.
¿Te imaginas que en un momento tan angustioso como no saber si seguir o no con tu pareja puedo ayudarte a que lo veas con más claridad? En este episodio te traigo un tema crudo... pero frecuente y real. Estás de él o ella hasta los mismísimos, pero llevas mucho tiempo, el caso es que ya no sabes si eres tú, si es tu pareja o qué pasa pero te estás apagando, si tú ya lo sabes. Lo único es que, que respire te sienta mal, pero también cómo te trata, qué representas en su vida o sientes que ya estoooo.... como que no es lo que era, que ahora te mantiene ahí lo que has invertido en la relación y la comodidad que te da que tus planes sean previsibles, el dichoso refrán de más vale lo malo conocido... y si es que escucha... contarle el día.
Ahora bien querida, con sólo pensar en el proceso de romper, separarte, que se lleve sus cosas, que te de las tuyas, que a dónde vas o vais a vivir, mudanzas, peleas, reproches y... sobre todo el duelo, (que oye cariñito y aprecio sí que le tienes, por lo menos ya lo conoces), te pone los pelos de punta, te da miedo pensar si estás en lo correcto, si lo que hace que te saca de quicio e incluso te duele (joer que si te duele), lo estás interpretando bien, si es para tanto, o si merece la alegría (que no la pena) quedarte ahí o echarle ovarios y decir hij@ mí@, hasta aquí!!!! Pero claro que fácil decirlo, te aterra qué vas a hacer después o, directamente, estar sola, ¡como si eso fuera un fracaso!, el fracaso es que tengas la ansiedad está por las nubes y te hace verte como... (eso mejor ni lo digo), que no te quieran bien y termines no haciéndolo tu tampoco.