Hay una guerra por tu atención, donde pones tu atención es lo que estás escuchando. Deja de escuchar voces del pasado, de temor o del público y escucha la Palabra de Dios por encima de ello.
Hay una guerra por tu atención, donde pones tu atención es lo que estás escuchando. Deja de escuchar voces del pasado, de temor o del público y escucha la Palabra de Dios por encima de ello.