Capítulo 1 del Libro 2 –Al referirnos al cristianismo, debemos tener en cuenta que, una de sus características, es que no necesita creer que otras religiones están equivocadas, sino que todas contienen algún indicio de verdad. Sin embargo, sí se considera que en aquellos puntos, en los cuales se difiere, el cristianismo está en lo correcto.

Dentro de la mayoría de la humanidad, que cree en la existencia de algún Dios o Dioses, las personas pueden clasificarse según al tipo de Dios en que creen. Por un lado, la postura panteísta, sostenida por el filósofo prusiano Hegel y los hindúes, establece que El está más allá del bien y del mal y que dicha visión de de las cosas no es más que distintos puntos de vista. De este modo, establece que todo es bueno en un sentido y malo, en otro y, que al acercarse a la visión divina, esta clasificación desaparecerá por completo. Contrariamente, la religión judía, mahometana y cristiana, cree que Dios es “bueno” o “justo”, que toma partido y desea que la humanidad se comporte de un modo y no de otro.

El panteísmo considera que Dios anima el universo, es decir, que si este no existiera, tampoco lo haría El. Por lo tanto, todo lo que está presente en el universo es una parte de Dios. De manera diferente, para el cristianismo, Dios inventó el universo y su vida es independiente de su creación. Retomando lo mencionado anteriormente, en el primer caso, al no tomar una clara distinción entre el bien y el mal es posible considerar que todo es parte de Dios; pero al creer en la existencia del bien y del mal se debe considerar a Dios separado del mundo y del suceso de eventos contrarios a su voluntad. Entonces, podemos ver al cristianismo como una religión de lucha, en la cual Dios insiste para que estos eventos se encuentren en buen camino nuevamente.