Los “Cielos Abiertos” son contrarios a los “Cielos Cerrados” o “Cielos de Bronce”, como se menciona en Deuteronomio 28:16–20. Cuando los cielos están cerrados, se dice que trae la maldición o la ausencia de bendición. Esto ocurre cuando el pueblo de Dios se aparta de sus caminos, peca y hace lo que a Dios no le agrada. Los “Cielos Abiertos” traen la bendición de Dios, bendición para tu vida y también para nuestra nación.

Necesitamos que los Cielos se abran para recibir: Salvación, Visión, Revelación y Bendición. Sólo Jesús puede abrir los cielos sobre nuestra vida, pero para ver esto necesitamos OBEDIENCIA.