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Pentecostés es el envío del Espíritu Santo de parte del Padre. El nombre de la fiesta recuerda el acontecimiento sucedido según el relato de los Hechos de los Apóstoles, cincuenta días después de la Pascua. Cristo, una vez cumplida su misión regresa al Padre para que el Espíritu Santo descienda en persona sobre nosotros. Dice San Simeón: «Esta era la finalidad y el destino de toda la obra de nuestra salvación realizada por Cristo: que los creyentes recibieran el Espíritu Santo». Se trata, pues, de un icono trinitario. En Pentecostés la Santísima Trinidad viene a habitar en el hombre: «Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en Mí y Yo en vosotros» (Jn 14, 20).
La comunión alcanza tal intensidad que no se trata ya de un conocimiento a través de la lengua, sino de un hablar de espíritu a espíritu.
Pentecostés no es la encarnación del Espíritu, sino la efusión de los dones, que comunican la gracia a los hombres, a cada miembro del Cuerpo de Cristo.
AMÉN.
By solocatecumenos5
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Pentecostés es el envío del Espíritu Santo de parte del Padre. El nombre de la fiesta recuerda el acontecimiento sucedido según el relato de los Hechos de los Apóstoles, cincuenta días después de la Pascua. Cristo, una vez cumplida su misión regresa al Padre para que el Espíritu Santo descienda en persona sobre nosotros. Dice San Simeón: «Esta era la finalidad y el destino de toda la obra de nuestra salvación realizada por Cristo: que los creyentes recibieran el Espíritu Santo». Se trata, pues, de un icono trinitario. En Pentecostés la Santísima Trinidad viene a habitar en el hombre: «Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en Mí y Yo en vosotros» (Jn 14, 20).
La comunión alcanza tal intensidad que no se trata ya de un conocimiento a través de la lengua, sino de un hablar de espíritu a espíritu.
Pentecostés no es la encarnación del Espíritu, sino la efusión de los dones, que comunican la gracia a los hombres, a cada miembro del Cuerpo de Cristo.
AMÉN.