El 20 de abril de 2010, la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, situada en aguas del Golfo de México a unos 66 km de las costas de Louisiana, sufrió una explosión que dejó 11 trabajadores muertos. El petróleo brotó sin control durante 87 días y se convirtió en el peor desastre ambiental en la historia de Estados Unidos y en el más grave derrame accidental de crudo en el mundo.