Si lo tienes a bien, escucha estas pobres palabras nacidas en el corazón, muy cerca de donde anida el alma…

Seamos nosotros también generosos y respondamos a ese grito de súplica volcando todo nuestro amor, con quienes tan solo nos piden ¡Oración, Oración, Oración…! Ahí están esperando multitud de indulgencias plenarias, que podemos ofrecerles, son un inmenso tesoro que nos da la Santa Madre Iglesia, para su eterna salvación.

Recordemos que la semana del 1, día de Todos los Santos, 2 de Todos los Difuntos y sucesivamente cada día hasta el 8 de Noviembre, podemos sacar cada día un alma del purgatorio al conseguir para ellas una indulgencia plenaria, que en esas precisas fechas se nos concede aplicar a nuestros deudos, con la condición de Ir a un templo, oratorio o cementerio, rezar un padre nuestro y un credo por los difuntos. Si confesamos y comulgamos mucho mejor. En esa semana, solo se puede aplicar dicha indulgencia a los difuntos.

También en este año de San José, la Iglesia concede una INDULGENCIA PLENARIA CADA DIA, durante todo el año que puede ser aplicada para uno mismo o para los difuntos, con los requisitos generales, a saber, rezar un rosario en común o ante el Santísimo, confesar, comulgar y un padre nuestro por las intenciones del Romano Pontífice.