Hay un modo del alma, tantas veces apartado, que se llama conciencia.

Con la que algún día tendremos que dar cuentas… en ese juicio personal.

Al Leer, esa película de vida, donde los hechos, el cómo, y el cuándo…Se manifiestan inexorables.

En donde la justicia Divina inundará nuestra alma para que emitamos un dictamen justo.

Para ver… hacia donde se desplaza el peso, en fiel de la balanza cuando San Miguel Arcángel nos requiera la tablilla, el libro de la vida.

Y sabremos inexorablemente, que solo hay dos caminos, La salvación o la condenación eterna.

Tengamos siempre a Dios en nuestras vidas y con Él, a nuestra querida Virgen María, que es y será Nuestra Madre, que será siempre nuestra gran valedora.

¡Consagrémonos al Corazón de Jesús y de María!

Que ella sea Nuestro fanal que ilumina el camino Y con Jesús de timonel nada nos faltará en esta corta singladura.