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La Ciudad y los Perros
Hola Hola, mi nombre es Camilo y sean bienvenidos a Lecturas del Bosque.
Hoy quiero hablar un poco sobre La ciudad y los perros, la primer novela de Mario Vargas Llosa, premio nobel de literatura y junto con Gabriel García Marquez quizás los rockstars más grandes del boom latinoamericano.
Hace años que no leía nada de Vargas Llosa, fue leyendo Historia de un Deicidio, precisamente su ensayo sobre la obra de García Marquez, que me volví a interesar por sus libros. Comencé a ver videos, entrevistas, charlas que dió sobre literatura, y la verdad es que cuando no habla sobre política, escucharlo narrar cualquier cosa es un verdadero placer. Escucharlo hablar unos minutos sobre Madame Bovary o sobre los Miserables, ya lo deja a uno con ganas de leerlo todo. No he leído sus ensayos sobre Onetti, Victor Hugo, o Flaubert, pero después de leer su ensayo sobre García Marquez creo que entiendo mucho mejor el mundo de Macondo y su origen, y lo que es curioso, en algunos sentidos, también me entiendo mejor a mismo. El ensayo es entretenido y realmente vale la pena leerlo. Además, no deja de ser atractivo leer semejante ensayo literario de un premio nobel sobre la obra de otro premio nobel, que además era su amigo, y cuya amistad terminaría unos años después con uno de los puñetes más famosos del siglo XX.
El sopapito contemporaneo de Will Smith no fue nada comparado con el KO en el que terminó Garcia Marquéz esa vez. Eran otros tiempos.
Una vez decidido que quería leer a Vargas Llosa, no sabía cuál de sus libros leer para el podcast. No se muy bien por qué me decidí por La ciudad y los perros, pero la verdad es que es una novela tremenda. Tremenda. El libro comienza en la mitad de la historia, ya en medio de la acción. La historia es contada por diferentes narradores y puntos de vista, a través de los cuales vamos conociendo el complejo mundo en el que suceden las cosas. Hay varios personajes importantes, pero los principales son: el Jaguar, el Poeta y el Esclavo. Tres adolescentes totalmente diferentes el uno del otro, pero que coinciden en la misma sección, del mismo año, del colegio militar Leoncio Prado.
Conforme la historia va avanzando hacia el final, a veces vamos también para atrás, hacia los inicios en el colegio militar, o antes, hasta las razones por las que terminaron ahí, o incluso antes, hata sus conflictos familiares, y a su niñez.
En la primera mitad de la novela el viaje a veces puede llegar a parecer confuso, pero luego todo fluye, y en cuanto comenzamos a intuir el panorama de la obra completa, con cada página que pasa comenzamos a apreciar más y más la belleza del paisaje entero.
Como otras novelas de Vargas Llosa, La ciudad y los perros es una novela con la ambición de contarlo todo, en este caso, de mostrar la sociedad entera a través de la historia de unos cuantos muchachos que están en pleno proceso de transición a la edad adulta.
Sin embargo cuando quiero expresar lo que más me gustó del libro no encuentro la forma, quedo mudo. Así que voy a tratar de hacerlo con la ayuda de otro libro que he estado leyendo en estos días. He estado leyendo a Joseph Campbell, su ideas sobre la importancia de los mitos, los rituales y los símbolos, tantos en nuestras vidas individuales como colectivas me tienen encantado. Pero lo voy leyendo despacio, demorándome un buen tiempo en cada cita que me interesa, o en cada mito que él usa para expresar sus ideas. Por ejemplo, ahí tengo en lista de espera unos 3 libros sobre Teseo y el Minotauro: Borges, Cortazar, y otro premio nobel, André Gide, escribieron versiones novedosas que quiero leer y comparar con el mito clásico.
Creo que es la única forma de realmente aprovechar un libro de esos. Y como pintan las cosas voy a tardar en terminar. De un tiempo a esta parte se me hace que la vida no me va a alcanzar para leer todo lo que quisiera, comienzo a arrepentirme de todas las horas que gasté jugando counter strike cuando estaba el colegio. O FIFA.
Mientras tanto, Vargas Llosa cuando era adolescente estaba internado en un colegio militar viviendo las cosas que iban a inspirar su primer novela. De paso, en sus vacaciones de verano, a sus 15 años, ya estaba trabajando en un el periódico La Crónica escribiendo reportajes, notas y entrevistas.
Bueno, en fin, en el prólogo que hace en su libro El Héroe de las mil caras, Joseph Campbell habla sobre la tragedia y la comedia como medios narrativos y sobre el valor simbólico que tiene cada uno de estos medios narrativo en en nuestro viaje interior, así como de su importancia como medio de catarsis y redención. Para explicar mejor su idea sobre la tragedia Campbell cita a James Joyce, en su novela Retrato de un artista adolescente:
En esta novela, a través del stephen dedalus, que por si acaso viene de Dédalo, el peronaje mitológico que construyó el laberinto del minutauro bueno, a través de este personaje James Joyce dice:
“Compasión es el sentimiento que paraliza la mente en la presencia de todo lo que es grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con el humano que sufre. Terror es el sentimiento que paraliza la mente en la presencia de todo lo que es grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con la causa secreta.”
pero qué es la causa secreta? Qué quiere decir la causa secreta.
Es lo que no es evidente, es la razón más profunda sobre el por qué pasan las cosas, envuelta siempre en misterio y en un aura de inevitabilidad.
La directora de teatro y opera Anne Bogart explica que así como la ciencia tiene la materia oscura, y las artes visuales tienen el espacio negativo, el teatro tiene la causa secreta.
Yo nunca escribí ninguna historia, pero me imagino que no debe ser nada fácil expresar esta causa secreta. Es el alma de la historia, el encanto de lo que no se dice, o de cómo no se lo dice. Más que decirlo hay que mostrarlo. A veces, como en el caso de La ciudad y los perros, hay que decir mucho, contar muchas cosas, para mostrar algo sin decirlo, en otras, tal vez no se necesite contar tanto, pero me imagino que nunca debe ser tarea fácil. Además, una misma serie de sucesos, motivados por distintas razones, llegan a ser historias completamente diferentes.
Joseph Campbell da un ejemplo:
Un hombre A. mata a un hombre B.
Cuál es la causa de su muerte?
Hay una Causa instrumental, una causa formal, y una causa secreta.
La causa instrumental puede ser la bala con que se mató al hombre B, y una historia centrada en eso podría servir por ejemplo para una noticia o un documental sobre las políticas de control de armas. Infelizmente ese tipo de noticia se ve todo el tiempo.
Avanzando un nivel, Campbell propone que el hombre A sea blanco y el hombre B sea negro. La causa formal de la muerte del hombre B puede ser el racismo. Una historia de racismo puede servir para una novela sociológica, o para algún tipo de estudio, pero no es una tragedia en el sentido narrativo y simbólico del que estamos hablando. El terror, para que sea trágico tiene que ser humano, no étnico, no de género, no de clase.Tiene que ser humano.
Avanzamos otro nivel. El hombre B es Martin Luther King Jr. Quien sabía que si seguía protestando por la igualdad de derechos laborales de los afrodescendientes en Estados Unidos, lo más probable era que lo terminen matando.
De hecho, un día antes que lo maten el da un famoso discurso en el que cuenta que él sabe que su vida corre peligro, pero explica que la longevidad no es tan importante como la causa por la que él está viviendo.
Martin Luther King Jr. Sabía que su lucha probablemente le costaría la vida, pero no por eso la abandona, continúa, desafía los límites de lo posible, camina valientemente hacia su destino y al día siguiente de dar ese discurso termina siendo asesinado. Esa es la causa secreta de su muerte, esa es una tragedia humana.
Ahora, los personajes de La ciudad y los perros no son héroes defensores de los derechos civiles ni nada por el estilo, son adolescentes de diferentes partes del Perú y de diferentes clases sociales que en medio de todo tipo de violencia tratan de encontrarse a si mismos, pero aun así, cada uno a su manera, también tiene que hacer el viaje del héroe.
Podría haber hecho el mismo análisis sobre la causa secreta con los personajes de La ciudad y los perros, pero el episodio se iba a llenar de spoilers.
Ahí queda para quien le interese, no deja de ser un ejercicio interesante.
Sin embargo hay algunas cosas que me gustaría mencionar.
Como en el ejemplo anterior, todas las vidas tienen un límite, y al desafiarlo uno se acerca a este límite, los héroes son quienes siguen su objetivo a pesar de las consecuencias del destino, y la causa secreta de su muerte, es precisamente la forma heróica en que viven. Uno muere en tales o cuales circunstancias o situaciones en gran medida de a cuerdo a las decisiones que uno toma en los grandes momentos de presión.
“La causa secreta de todo sufrimiento es la muerte, no puede ser negada si se quiere afirmar la vida”. Dice Joseph Campbell
Ahora bien, la vida tiene fases, y morimos y renacemos varias veces de manera simbólica antes de nuestra muerte real y definitiva.
La ciudad y los perros es una novela principalmente sobre la transición de la adolescencia a la vida adulta. Una pequeña muerte también. En cada uno de los personajes podemos ver cómo la forma en que viven esa transición es también la causa de como“mueren” para dejar de ser niños y convertirse en hombres.
El servicio no se abandona, salvo muerto.
Esa frase se repite tres veces en el primer episodio del libro que se narra desde el punto de vista de Alberto, el poeta. Cada una circunstancia diferente.
El servicio no se abandona, salvo muerto.
Hago tanto incapié en este concepto de la causa secreta porque creo que es precisamente de ahí que nace la fuerza y la belleza de La ciudad y los perros. La forma en que Vargas Llosa nos narra la historia nos paraliza de la forma en que explica Joyce, nos paraliza, a ratos con compasión, a ratos con terror.
Al final de la novela se termina de armar el rompecabezas de la historia y quedamos en ese estado semi nirvánico propio de las narraciones bien logradas, apreciando como cada detalle nos fue conduciendo de manera ineludible, casi matemática, yendo y viniendo a través en el tiempo, a través de una estructura perfecta, usando diferentes narradores para aprovechar mejor los conflictos y dilemas de cada personaje. Queriendo abarcarlo todo, La ciudad y los perros es una novela total: trata sobre la masculinadad, la violencia, el poder y la autoridad, las clases sociales, la diversidad de la sociedad peruana, la justicia, la lealtad, la venganza, la sexualidad, trata sobre lo jodido que es ser hombre, que ser hijo, que ser padre, ser madre, sobre lo terrible de haber nacido pobre en un país pobre, sobre la inmutabilidad del mundo, pero al mismo tiempo sobre el poder transformador del amor y de la muerte.
Nos va conduciendo, decía, de manera inevitable, a la tragedia, hasta quemarnos en una poderosísima catarsis para llegar luego a la redención.
– para mi, de hecho, la escena del velorio es una obra maestra en si misma-
y Al terminar, cerramos el libro diciéndonos a nosotros mismos: Sí, así es la vida.
Porque todos, al igual que los muchachos de la ciudad y los perros, hemos transitados esos caminos, hemos hecho, cada uno a su modo, aquel viaje, sin duda siempre accidentado, en el que hemos tenido que dejar de ser niños.
En mi caso, yo también tuve una especie de círculo, solo que menos violento, tuve amistades con personajes interesantísimos, como mi amigo Búho, hijo de un sirio dueño de camiones y de un cine para adultos, con el que conocí parte del bajo mundo boliviano, la vida de mercado y de frontera. O mi amigo el Judio, maestro de la carroña humana, O mi amigo Maki, que en cada borrachera soñaba con exportar plátanos verdes al Japón. Qué será de mis amigos. Con algunos todavía tengo contacto, con otros infelizmente, no tanto.
Una buena historia es siempre una experiencia enriquecedora, por que nos ayuda a gestionar el tesoro más grande: nuestros recuerdos. Esa cadena de memorias fragmentadas de lo que más o menos hemos sido.
Cuál fue la causa secreta que nos hizo tomar las decisiones que tomamos, vivir, de la forma en que lo hicimos?
Hemos vivido de acuerdo a nuestras convicciones sin importar las consecuencias del destino, o aflojamos a último momento?
Cómo ha influido eso en la persona que más o menos hemos llegado a ser?
Cuál es la causa secreta que nos lleva hoy hacia nuestro ineludible destino?
Y cuando llegue el momento, y nos volvamos a encontrar, frente a frente con la muerte, ya sea en la risa o el abandono de nuestras personas más cercanas, o ya sea en el frío de un salón militar, cómo la vamos a encarar?
Quién sabe, tal vez lo hagamos como el Esclavo, o como el Poeta, o como el Jaguar.
Como siempre, espero que se animen darle una leída al libro, que vale la pena.
Cualquier comentario pueden escribirme a [email protected]
Un abrazo y hasta la próxima.
By Camilo VadilloLa Ciudad y los Perros
Hola Hola, mi nombre es Camilo y sean bienvenidos a Lecturas del Bosque.
Hoy quiero hablar un poco sobre La ciudad y los perros, la primer novela de Mario Vargas Llosa, premio nobel de literatura y junto con Gabriel García Marquez quizás los rockstars más grandes del boom latinoamericano.
Hace años que no leía nada de Vargas Llosa, fue leyendo Historia de un Deicidio, precisamente su ensayo sobre la obra de García Marquez, que me volví a interesar por sus libros. Comencé a ver videos, entrevistas, charlas que dió sobre literatura, y la verdad es que cuando no habla sobre política, escucharlo narrar cualquier cosa es un verdadero placer. Escucharlo hablar unos minutos sobre Madame Bovary o sobre los Miserables, ya lo deja a uno con ganas de leerlo todo. No he leído sus ensayos sobre Onetti, Victor Hugo, o Flaubert, pero después de leer su ensayo sobre García Marquez creo que entiendo mucho mejor el mundo de Macondo y su origen, y lo que es curioso, en algunos sentidos, también me entiendo mejor a mismo. El ensayo es entretenido y realmente vale la pena leerlo. Además, no deja de ser atractivo leer semejante ensayo literario de un premio nobel sobre la obra de otro premio nobel, que además era su amigo, y cuya amistad terminaría unos años después con uno de los puñetes más famosos del siglo XX.
El sopapito contemporaneo de Will Smith no fue nada comparado con el KO en el que terminó Garcia Marquéz esa vez. Eran otros tiempos.
Una vez decidido que quería leer a Vargas Llosa, no sabía cuál de sus libros leer para el podcast. No se muy bien por qué me decidí por La ciudad y los perros, pero la verdad es que es una novela tremenda. Tremenda. El libro comienza en la mitad de la historia, ya en medio de la acción. La historia es contada por diferentes narradores y puntos de vista, a través de los cuales vamos conociendo el complejo mundo en el que suceden las cosas. Hay varios personajes importantes, pero los principales son: el Jaguar, el Poeta y el Esclavo. Tres adolescentes totalmente diferentes el uno del otro, pero que coinciden en la misma sección, del mismo año, del colegio militar Leoncio Prado.
Conforme la historia va avanzando hacia el final, a veces vamos también para atrás, hacia los inicios en el colegio militar, o antes, hasta las razones por las que terminaron ahí, o incluso antes, hata sus conflictos familiares, y a su niñez.
En la primera mitad de la novela el viaje a veces puede llegar a parecer confuso, pero luego todo fluye, y en cuanto comenzamos a intuir el panorama de la obra completa, con cada página que pasa comenzamos a apreciar más y más la belleza del paisaje entero.
Como otras novelas de Vargas Llosa, La ciudad y los perros es una novela con la ambición de contarlo todo, en este caso, de mostrar la sociedad entera a través de la historia de unos cuantos muchachos que están en pleno proceso de transición a la edad adulta.
Sin embargo cuando quiero expresar lo que más me gustó del libro no encuentro la forma, quedo mudo. Así que voy a tratar de hacerlo con la ayuda de otro libro que he estado leyendo en estos días. He estado leyendo a Joseph Campbell, su ideas sobre la importancia de los mitos, los rituales y los símbolos, tantos en nuestras vidas individuales como colectivas me tienen encantado. Pero lo voy leyendo despacio, demorándome un buen tiempo en cada cita que me interesa, o en cada mito que él usa para expresar sus ideas. Por ejemplo, ahí tengo en lista de espera unos 3 libros sobre Teseo y el Minotauro: Borges, Cortazar, y otro premio nobel, André Gide, escribieron versiones novedosas que quiero leer y comparar con el mito clásico.
Creo que es la única forma de realmente aprovechar un libro de esos. Y como pintan las cosas voy a tardar en terminar. De un tiempo a esta parte se me hace que la vida no me va a alcanzar para leer todo lo que quisiera, comienzo a arrepentirme de todas las horas que gasté jugando counter strike cuando estaba el colegio. O FIFA.
Mientras tanto, Vargas Llosa cuando era adolescente estaba internado en un colegio militar viviendo las cosas que iban a inspirar su primer novela. De paso, en sus vacaciones de verano, a sus 15 años, ya estaba trabajando en un el periódico La Crónica escribiendo reportajes, notas y entrevistas.
Bueno, en fin, en el prólogo que hace en su libro El Héroe de las mil caras, Joseph Campbell habla sobre la tragedia y la comedia como medios narrativos y sobre el valor simbólico que tiene cada uno de estos medios narrativo en en nuestro viaje interior, así como de su importancia como medio de catarsis y redención. Para explicar mejor su idea sobre la tragedia Campbell cita a James Joyce, en su novela Retrato de un artista adolescente:
En esta novela, a través del stephen dedalus, que por si acaso viene de Dédalo, el peronaje mitológico que construyó el laberinto del minutauro bueno, a través de este personaje James Joyce dice:
“Compasión es el sentimiento que paraliza la mente en la presencia de todo lo que es grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con el humano que sufre. Terror es el sentimiento que paraliza la mente en la presencia de todo lo que es grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con la causa secreta.”
pero qué es la causa secreta? Qué quiere decir la causa secreta.
Es lo que no es evidente, es la razón más profunda sobre el por qué pasan las cosas, envuelta siempre en misterio y en un aura de inevitabilidad.
La directora de teatro y opera Anne Bogart explica que así como la ciencia tiene la materia oscura, y las artes visuales tienen el espacio negativo, el teatro tiene la causa secreta.
Yo nunca escribí ninguna historia, pero me imagino que no debe ser nada fácil expresar esta causa secreta. Es el alma de la historia, el encanto de lo que no se dice, o de cómo no se lo dice. Más que decirlo hay que mostrarlo. A veces, como en el caso de La ciudad y los perros, hay que decir mucho, contar muchas cosas, para mostrar algo sin decirlo, en otras, tal vez no se necesite contar tanto, pero me imagino que nunca debe ser tarea fácil. Además, una misma serie de sucesos, motivados por distintas razones, llegan a ser historias completamente diferentes.
Joseph Campbell da un ejemplo:
Un hombre A. mata a un hombre B.
Cuál es la causa de su muerte?
Hay una Causa instrumental, una causa formal, y una causa secreta.
La causa instrumental puede ser la bala con que se mató al hombre B, y una historia centrada en eso podría servir por ejemplo para una noticia o un documental sobre las políticas de control de armas. Infelizmente ese tipo de noticia se ve todo el tiempo.
Avanzando un nivel, Campbell propone que el hombre A sea blanco y el hombre B sea negro. La causa formal de la muerte del hombre B puede ser el racismo. Una historia de racismo puede servir para una novela sociológica, o para algún tipo de estudio, pero no es una tragedia en el sentido narrativo y simbólico del que estamos hablando. El terror, para que sea trágico tiene que ser humano, no étnico, no de género, no de clase.Tiene que ser humano.
Avanzamos otro nivel. El hombre B es Martin Luther King Jr. Quien sabía que si seguía protestando por la igualdad de derechos laborales de los afrodescendientes en Estados Unidos, lo más probable era que lo terminen matando.
De hecho, un día antes que lo maten el da un famoso discurso en el que cuenta que él sabe que su vida corre peligro, pero explica que la longevidad no es tan importante como la causa por la que él está viviendo.
Martin Luther King Jr. Sabía que su lucha probablemente le costaría la vida, pero no por eso la abandona, continúa, desafía los límites de lo posible, camina valientemente hacia su destino y al día siguiente de dar ese discurso termina siendo asesinado. Esa es la causa secreta de su muerte, esa es una tragedia humana.
Ahora, los personajes de La ciudad y los perros no son héroes defensores de los derechos civiles ni nada por el estilo, son adolescentes de diferentes partes del Perú y de diferentes clases sociales que en medio de todo tipo de violencia tratan de encontrarse a si mismos, pero aun así, cada uno a su manera, también tiene que hacer el viaje del héroe.
Podría haber hecho el mismo análisis sobre la causa secreta con los personajes de La ciudad y los perros, pero el episodio se iba a llenar de spoilers.
Ahí queda para quien le interese, no deja de ser un ejercicio interesante.
Sin embargo hay algunas cosas que me gustaría mencionar.
Como en el ejemplo anterior, todas las vidas tienen un límite, y al desafiarlo uno se acerca a este límite, los héroes son quienes siguen su objetivo a pesar de las consecuencias del destino, y la causa secreta de su muerte, es precisamente la forma heróica en que viven. Uno muere en tales o cuales circunstancias o situaciones en gran medida de a cuerdo a las decisiones que uno toma en los grandes momentos de presión.
“La causa secreta de todo sufrimiento es la muerte, no puede ser negada si se quiere afirmar la vida”. Dice Joseph Campbell
Ahora bien, la vida tiene fases, y morimos y renacemos varias veces de manera simbólica antes de nuestra muerte real y definitiva.
La ciudad y los perros es una novela principalmente sobre la transición de la adolescencia a la vida adulta. Una pequeña muerte también. En cada uno de los personajes podemos ver cómo la forma en que viven esa transición es también la causa de como“mueren” para dejar de ser niños y convertirse en hombres.
El servicio no se abandona, salvo muerto.
Esa frase se repite tres veces en el primer episodio del libro que se narra desde el punto de vista de Alberto, el poeta. Cada una circunstancia diferente.
El servicio no se abandona, salvo muerto.
Hago tanto incapié en este concepto de la causa secreta porque creo que es precisamente de ahí que nace la fuerza y la belleza de La ciudad y los perros. La forma en que Vargas Llosa nos narra la historia nos paraliza de la forma en que explica Joyce, nos paraliza, a ratos con compasión, a ratos con terror.
Al final de la novela se termina de armar el rompecabezas de la historia y quedamos en ese estado semi nirvánico propio de las narraciones bien logradas, apreciando como cada detalle nos fue conduciendo de manera ineludible, casi matemática, yendo y viniendo a través en el tiempo, a través de una estructura perfecta, usando diferentes narradores para aprovechar mejor los conflictos y dilemas de cada personaje. Queriendo abarcarlo todo, La ciudad y los perros es una novela total: trata sobre la masculinadad, la violencia, el poder y la autoridad, las clases sociales, la diversidad de la sociedad peruana, la justicia, la lealtad, la venganza, la sexualidad, trata sobre lo jodido que es ser hombre, que ser hijo, que ser padre, ser madre, sobre lo terrible de haber nacido pobre en un país pobre, sobre la inmutabilidad del mundo, pero al mismo tiempo sobre el poder transformador del amor y de la muerte.
Nos va conduciendo, decía, de manera inevitable, a la tragedia, hasta quemarnos en una poderosísima catarsis para llegar luego a la redención.
– para mi, de hecho, la escena del velorio es una obra maestra en si misma-
y Al terminar, cerramos el libro diciéndonos a nosotros mismos: Sí, así es la vida.
Porque todos, al igual que los muchachos de la ciudad y los perros, hemos transitados esos caminos, hemos hecho, cada uno a su modo, aquel viaje, sin duda siempre accidentado, en el que hemos tenido que dejar de ser niños.
En mi caso, yo también tuve una especie de círculo, solo que menos violento, tuve amistades con personajes interesantísimos, como mi amigo Búho, hijo de un sirio dueño de camiones y de un cine para adultos, con el que conocí parte del bajo mundo boliviano, la vida de mercado y de frontera. O mi amigo el Judio, maestro de la carroña humana, O mi amigo Maki, que en cada borrachera soñaba con exportar plátanos verdes al Japón. Qué será de mis amigos. Con algunos todavía tengo contacto, con otros infelizmente, no tanto.
Una buena historia es siempre una experiencia enriquecedora, por que nos ayuda a gestionar el tesoro más grande: nuestros recuerdos. Esa cadena de memorias fragmentadas de lo que más o menos hemos sido.
Cuál fue la causa secreta que nos hizo tomar las decisiones que tomamos, vivir, de la forma en que lo hicimos?
Hemos vivido de acuerdo a nuestras convicciones sin importar las consecuencias del destino, o aflojamos a último momento?
Cómo ha influido eso en la persona que más o menos hemos llegado a ser?
Cuál es la causa secreta que nos lleva hoy hacia nuestro ineludible destino?
Y cuando llegue el momento, y nos volvamos a encontrar, frente a frente con la muerte, ya sea en la risa o el abandono de nuestras personas más cercanas, o ya sea en el frío de un salón militar, cómo la vamos a encarar?
Quién sabe, tal vez lo hagamos como el Esclavo, o como el Poeta, o como el Jaguar.
Como siempre, espero que se animen darle una leída al libro, que vale la pena.
Cualquier comentario pueden escribirme a [email protected]
Un abrazo y hasta la próxima.