Cuando contemplamos las bellezas de este mundo, nuestro corazón se sintoniza con la eternidad, puesta ahí por Dios para llamar nuestra atención y descubrirnos suyos y llamarnos a volvernos a Él. Dios nos creó para vivir con Él, para siempre.
Cuando contemplamos las bellezas de este mundo, nuestro corazón se sintoniza con la eternidad, puesta ahí por Dios para llamar nuestra atención y descubrirnos suyos y llamarnos a volvernos a Él. Dios nos creó para vivir con Él, para siempre.