Señor ILUMINÁNDOME, me diste la LUZ para verte.
Me diste el intelecto para amarte.
Me diste las piernas para seguirte.
Me diste los brazos para ensalzarte.
Me diste la lengua para recibirte.
Me diste la boca para alabarte.
Me diste los ojos para inundarte.
Me diste la frente para postrarme.
Me diste los oídos para escucharte.
Me diste sentidos para sentirte.
Y En fin… todo me lo diste, todo te lo doy, pues nada es mío y todo te pertenece.
Todo lo creaste, para que te demos gloria, Señor.
TODO PARA TU GLORIA.
Viniste, tú Señor
TÚ
Y me tumbaste.
Viniste, Tú
Y
Me convertiste.
Y supe…
Que mi vida era tuya.
Que mi ser era tuyo.
Supe entonces
Que todo lo tenía
Supe…
Que nada me faltaba.
Supe…
Que mi creación, era tu creación.
Que fui hecho para tu gloria.
Supe…
Que mi meta era:
AMARTE
GLORIFICARTE
ADORARTE
Supe…
Que estábamos hechos:
Para ir a la gloria, GLORIFICANDOTE.
Para ir al amor, AMÁNDOTE.
Para adorar, ADORÁNDOTE.
Y supe, al no ser nada.
Que tu señor… lo eres todo.
Supe…
Al oír:
¡SOY EL QUE SOY!
LO GRANDIOSO, DEL QUE TODO LO ES.