En Marcos 13, Jesús responde a las preguntas de sus discípulos sobre el futuro, advirtiéndoles sobre la destrucción del templo de Jerusalén y los tiempos de tribulación que vendrán. A través de señales, parábolas y advertencias, enfatiza la importancia de estar atentos, velar y perseverar en la fe. Además, anuncia su gloriosa segunda venida, recordando que nadie sabe el día ni la hora, pero que sus seguidores deben permanecer fieles y preparados.