¡Queridos! Hoy quiero compartirles algunas reflexiones sobre un tema que me ha estado dando vueltas en la cabeza últimamente: el trabajo en el mundo bancario y las experiencias surrealistas que uno puede vivir en estos lugares. Y no es que esté en contra del sistema bancario en sí, ¡para nada! Pero es que hay situaciones que simplemente no tienen desperdicio y merecen ser comentadas.  Para empezar, déjenme contarles un poco de mi trasfondo familiar. Resulta que desde chiquito, tuve una especie de exposición continua al mundo bancario. Mi familia, o al menos una buena parte de ella, ha estado vinculada al sector bancario durante varias generaciones. Ya saben, tíos, primos, hasta mi hermano mayor, todos han tenido su ración de traje y oficina bancaria. Y créanme, eso de levantarse a las 5 de la mañana para ir al banco y ponerse el traje no es una experiencia que recomendaría ni a mi peor enemigo.  ¿Por qué tanta aversión al mundo bancario? Bueno, permítanme explicarles. No hay nada más tedioso que lidiar con los trámites bancarios. Ya sea que seas el gerente de la sucursal, un cajero o simplemente un cliente, es una verdadera odisea.   Y claro, ahora con la bendita era digital, uno pensaría que todo sería más sencillo, ¿verdad? Pues no tanto. La aplicación móvil del banco puede ser un salvavidas en algunas ocasiones, pero en otras te hace extrañar los días en que simplemente podías entrar a la sucursal y hablar con un humano de carne y hueso.  Y para colmo de males, está el tema de los rituales en África, una realidad que me deja sin palabras y que, sinceramente, me hace cuestionar el rumbo que está tomando la humanidad. Es inconcebible pensar que en pleno siglo XXI todavía existan prácticas tan crueles como esta. Es un recordatorio de lo mucho que aún falta por avanzar en materia de derechos humanos y equidad de género.  Pero volviendo al mundo bancario, déjenme decirles que no todo es caos y desesperación. También hay historias curiosas y hasta cómicas que uno se encuentra en este ámbito. Por ejemplo, ¿sabían que el Rey Carlos tuvo que enfrentarse al cáncer de próstata? Sí, así como lo oyen. Resulta que, a pesar de toda su preparación para ser rey desde que nació, nadie vio venir este giro en su salud. Y es que, ¿quién se iba a imaginar que un rey tendría que lidiar con problemas de próstata? ¡La vida nos sorprende a todos!  En fin, queridos amigos, el mundo bancario puede ser un lugar lleno de sinsabores y situaciones surrealistas, pero también es un reflejo de la complejidad y la diversidad de la sociedad en la que vivimos. Nos muestra tanto lo mejor como lo peor de nosotros mismos, y nos recuerda que siempre hay espacio para mejorar y evolucionar como individuos y como sociedad.  ¿Qué fue lo que más te gusto de este episodio?, te leemos en los comentarios.